Cuando el tiempo os devuelva el sol, brillará un nuevo
desvelo y nuevo deseo, un nuevo empeño…
Cuando sacuda con ganas la vida, le mostrareis vuestro escudo de acero; florido de besos, guiños y vida. Insoslayable, impenetrable, será refugio, guarida y descuido de besos un lugar llamado hogar; tejido con rosas y horas dispersas de risas, de caricias y silencios que anuncian besos. Besos rápidos, aquellos que emplazan horas de amor inmenso, y momentos breves que advierten entregas infinitas.
Cuando el nuevo día imprima miradas calladas, sostendréis, en silencio, vuestros corazones despiertos, que fundidos al unísono en una mirada y un en un mismo latido sereno y sincero, os susurrará que sois uno de nuevo.
Cuando las paredes caigan tras tanto amor contenido, un murmullo os contará que el tiempo siempre fue vuestro, y que ya bordabais, hace una década y un suspiro, un “Alba” infinita en vuestras vidas,
un Amor eterno.
Para: Candi y Nono.
Rosario Pancorbo.