Attraversiamo de Dario Marianelli
Camino desclavando toda la maleza de mi tierra, aquella que aferrada pretendía crecer en un noble terreno llamado corazón.
No he guardado en una cajita rencor alguno de la brisa curiosa, como otrora hiciese con mis pétalos congelados tan amados y versados… Sólo abrí la ventana, nuevamente, para que podáis salir discretamente.
Si acaso sientes que no te llega mi palabra, es que ya estás afuera... Y si miras con ganas, podrás ver mi brillo más allá de la ciega torpeza que todo lo ensombrece, y que ya no me alcanza.
La ventana del alma está más que abierta, ya hace que cedió cualquier cerrojo, para que pasara la corriente deshaciendo bridas y nudos, para que pases tú, mi brisa, de corriente a extraordinaria.
El corazón ya no dormita, está dolido pero despierto, latiendo despacio pero sin pausa… Ahora entiendo lo que me cuenta, y ya no me cuesta creerlo.
Estoy haciendo todo lo posible para que suceda, ahora ya estoy en el camino… Desclavé toda la maleza, para dejar en barbecho la tierra que espera a la floreciente primavera.
Dedicado a: Paqui Martínez Castillo. Para que tu corazón despierto viva cada segundo de este invierno, en cada momento, para que llegue a tu vida una preciosa primavera.
Te llevo conmigo.
Texto: Rosario Pancorbo.